Conciencia Financiera: 4 Pasos de Incompetente a Maestro

Conciencia Financiera consiste en saber cómo corregir un problema, sin siquiera saber que lo tienes. La conciencia es la respuesta. Aprende los 4 pasos que toma pasar de la inconciencia al estado de maestría.

Conciencia

Es la medida en que una persona es consciente de una situación. Según la RAE, la conciencia es la

“Actividad mental del propio sujeto que permite sentirse presente en el mundo y en la realidad.”

Definimos la conciencia financiera como el nivel de entendimiento que una persona tiene sobre la realidad de su propia situación económica actual, incluyendo sus puntos fuertes, débiles y los riesgos; así como la capacidad para definir metas y planes concretos para alcanzarlas.

Competencia

La medida en que una persona es competente para una tarea. En otras palabras: competencia es una habilidad en contexto.

Un ejemplo de falta de conciencia

Imagínate que trabajas hace 10 años en la misma empresa, en el mismo cargo. Sientes que haces muy bien tu trabajo, y que la empresa te aprecia. Sabes que podrías ganar más, pero, de todas formas, sientes que estás bien remunerado.

Un viernes por la tarde te llaman a la oficina de recursos humanos. La asistente te pide que sigas a la oficina del director; se demora 5 minutos. Mientras lo esperas, sin querer ves en su pantalla que aparecen los sueldos de todos tus compañeros. Eres de lejos el que menos gana.

Empiezas a sudar y a alterarte. ¿Cómo es posible que todos ganen más que yo, si tengo más experiencia que los demás y hago tan bien mi trabajo? A los pocos minutos llega el director y estás resuelto a quejarte por esta situación. Él habla primero. Te comenta con suavidad y firmeza que la compañía ha decidido dar por terminado el contrato laboral.

Te quedas sin palabras. Luego sin respiración. No sabes qué hacer. Crees que es una pesadilla, pero todo parece tan real. Fueron dos golpes fulminantes en menos de 3 minutos.

El director pide a la asistente que te acompañe a tu escritorio, a sacar las cosas (acumuladas durante 10 largos años) y luego a la puerta, por última vez.

No sabías que eras el que menos ganaba en toda la división. Y tampoco sabías que la compañía ya no te quería. Eras inconsciente de esta situación. Y como eras inconsciente, no tomaste acciones correctivas a tiempo para evitar el desenlace.

Hombre llorando – Despedido por Inconsciente

¿Qué hubieras hecho para evitarlo?

Es probable que no hubieras podido hacer nada, a menos que fueras consciente, así fuera ligeramente.

Voy a generalizar: No podemos mejorar nada en nuestras vidas, a menos que entendamos la realidad, es decir, que seamos conscientes.

El primer paso normalmente duele.

Lo que le pasó al empleado despedido fue un golpazo. Hay una frase:

“Para despertar necesitas que el despertador suene”.

La oportunidad de aumentar el nivel de conciencia

Aprovechar la oportunidad está en nosotros. Si nos encerramos en la rabia y resentimiento, pensando que el director es un desgraciado y que la empresa es lo peor por habernos despedido como a unos perros, probablemente seguiremos en el mismo nivel de conciencia, a pesar del golpe.

Si, por el contrario, buscamos respuestas, pedimos una reunión de retroalimentación con el ex jefe, buscamos señales e indicios, con seguridad empezaremos un camino hacia la conciencia.

Pronto entenderemos que el mercado cambió y no estuvimos atentos. Entenderemos que ya no era importante la cantidad de horas en la oficina, sino los resultados. Captaremos que la empresa nos dio señales, pero no las escuchamos o al menos no las entendimos.

Conciencia – competencia: Gráfica

La gráfica que presentamos a continuación es un plano con dos ejes. En el horizontal representamos la competencia.

Competencia se define como: Pericia, aptitud o idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado

RAE

En el caso que nos ocupa, las competencias financieras corresponden a la pericia, aptitud o idoneidad para intervenir apropiadamente en las finanzas personales.

Cuanto más competente sea una persona, la ubicaremos más hacia el lado derecho. Una persona incompetente estará ubicada al lado izquierdo.

El eje vertical corresponde a la conciencia. Una persona consciente de su situación financiera se ubicará hacia arriba; una persona inconsciente abajo.

Inconsciente – Incompetente. El primer estado

Diagrama Conciencia Financiera – Competencia

En este estado somos inconscientes de nuestra incompetencia, es decir, no nos damos cuenta de que no sabemos.

Volviendo a las Finanzas Personales:

Una persona en este estado cree que sabe cuánto gasta al mes y cuánto son sus deudas, pero en realidad las cifras reales son muy diferentes.

Dentro de los obstáculos para la conciencia hay tres que vale la pena mencionar:

Negación

Sabemos que algo no está como debería. Estamos gastando un poco de más y ganando un poco menos. Nos da pavor revisar nuestras cuentas bancarias y afrontar la realidad. Es frecuente que sintamos comodidad en el estado de negación.

Dilación, procrastinación o pereza

Sabemos que debemos hacer las cuentas, revisar los extractos del banco, pero la vida se atraviesa, está el cumpleaños de mamá, hay que reparar la aspiradora, arreglar los libros… siempre hay mil cosas antes de lo realmente importante.

Ego

Al ego le es difícil aceptar que nos equivocamos. Le es difícil entender que no siempre tenemos la razón. Aceptar que a veces las cosas no van bien. La foto sonriente del perfil de Facebook es sólo una foto. La realidad es diferente. El ego nos lleva por momentos a la negación de la realidad.

Soluciones para el problema de la inconsciencia financiera:

La dificultad radica en entender que tenemos un problema, sin saber que no sabemos. Uno de los valores más valiosos para resolver el problema consiste en la humildad.

Justamente:

Humildad es la virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con ese conocimiento.

RAE

El problema llega cuando queremos proyectar una imagen perfecta, sin fallas, un perfil siempre sonriente, como en Facebook. La diferencia entre la imagen que queremos proyectar y la realidad de nuestro ser es el ego.

Si la imagen que proyectamos es exactamente como somos, con limitaciones y debilidades, no vamos la necesidad de negar las cosas tal como son.

Una alternativa maravillosa es pedir ayuda. Preguntar al otro cómo lo estoy haciendo. Pedir que nos digan la verdad. Si tienes una pareja, hablar sin tapujos sobre un tema delicado, como las finanzas, es imprescindible.

Al principio puede ser difícil. En la medida en que el otro vea que aceptamos sus palabras y las usamos para cambiar para bien, se sentirá alentado a seguirnos guiando con respeto y con amor.

Consciente – Incompetente: el segundo estado

Tan pronto logras ser capaz de apartar la negación y hacer frente a tu vida financiera revisas detalladamente la situación:

Tus cuentas bancarias, ingresos, aportes, gastos, impuestos. Empiezas a desglosar el detalle: cuánto te costaron las últimas vacaciones, cuánto pagas al mes en intereses sobre la tarjeta de crédito y cuánto te costaron los domicilios durante la cuarentena.

En esta etapa aún no podemos llamarnos expertos, pero al menos hacemos conciencia de la realidad. Sabemos qué está pasando y las soluciones se asoman por la ventana.

De pronto descubres que, si sigues a este ritmo, no podrás asumir todos los compromisos financieros que tienes. Decides cancelar algunas suscripciones y buscar fuentes de ingresos adicionales.

Consciente, Competente (Experto): el tercer estado

Este estado llega cuando pasamos de la conciencia financiera a la acción. Como ya sabemos qué está mal, decidimos tomar el toro por los cuernos.

Haces cursos, pides ayuda a tu contador, hablas con tu pareja, con tus hijos.

Decides definir metas. Hacer planes detallados sobre cómo llegar a donde quieres.

Empiezas a hacer sesiones de seguimiento: ¿cómo están los ahorros? ¿redujimos los gastos como presupuestamos? ¿Logramos pagar totalmente la deuda de la tarjeta de crédito?

Este estado no es fácil, porque requiere trabajo. Cambio de hábitos. Revisión de las costumbres. Necesita tiempo.

Sin embargo, este estado es maravilloso. Por primera vez sentimos que tomamos las riendas de la vida financiera en nuestras manos. Sentimos que estamos en control y no estamos dispuestos a perderlo bajo ninguna circunstancia.

Competente – Consciente (Maestro): el cuarto estado

Cuando una persona que lleva conduciendo 40 años, no tiene que pensar cómo encender el auto, cómo dar marcha adelante. Todo lo hace automáticamente, sin pensar.

En las finanzas del hogar pasa algo parecido. Cuando la persona, la pareja o la familia ya llevan meses o algunos años como expertos, no pueden concebir la vida sin el rigor de un plan y de un seguimiento minucioso a lo que sucede.

El presupuesto se convierte en la hoja de ruta.

La reunión mensual de seguimiento se convierte en ese espacio de reunión que hemos estado esperado durante 30 días. No podemos esperar ver cómo terminó el mes.

¿Logramos las metas? ¿Excedimos el presupuesto? ¿Las inversiones que tanto estudiamos dieron el rendimiento esperado?

Mes a mes, año tras año vemos cómo aumenta nuestro presupuesto. Nos parece increíble que hace unos años el patrimonio fuera negativo y tuviéramos deudas. Hoy cada día estamos más cerca de la libertad financiera.

Conclusión sobre la conciencia financiera

4 pasos hasta lograr la conciencia financiera

1 Inconciencia – Incompetencia

2 Conciencia – Incompetencia

3 Conciencia – Competencia: Experto

4 Competencia – Inconciencia: Maestro

Recursos y herramientas para tomar conciencia

Libros

En el siguiente enlace encontrarás los libros recomendados para mejorar tu nivel de conciencia financiera.

Cursos

En el siguiente enlace encuentras el curso online “Implementa en 5 semanas el método hacia la libertad financiera”. En él podrás seguir detalladamente los pasos para entender y mejorar tus finanzas personales

Plantillas

Al momento de afrontar la realidad de tus cuentas es importante contar con herramientas que tengan el rigor, la flexibilidad y también con la facilidad de manejo. La plantilla PROFyT cumple con todas estas exigencias.

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Espero que este artículo te haya ayudado a dar un salto de nivel en tu conciencia financiera. Queremos saber tu opinión: ¿En cuál nivel estás y qué acciones has tomado para cambiar de nivel? ¡Deja tus comentarios abajo!