Mi esposa y yo hemos estado juntos 18 años, 17 de los cuales como esposos. En estos años han ocurrido todo tipo de situaciones. El manejo de la vida financiera es uno de los puntos en que nos sentimos más fuertes y unidos, y es uno de los aspectos que definimos con mucho detalle antes de casarnos. En este artículo queremos compartir nuestra experiencia contigo.
Cómo distribuir los gastos en pareja depende en gran medida del tipo de relación. Algunas de las formas usuales son compartir los gastos en proporción a los ingresos, por partes iguales, compartir gastos y ahorros y tener una vida financiera totalmente compartida.
Independiente del método que se use, uno de los mayores factores de éxito al distribuir los gastos y el resto de elementos de las finanzas de la pareja consiste en hablar abiertamente al respecto y buscar acuerdos sobre los diferentes puntos.
Los mayores conflictos ocurren cuando hay una desalineación de expectativas sobre algún tema: Uno de los dos creía que el otro pagaría el mercado esta semana, el otro hubiera querido que su pareja asumiera los gastos de la mascota.
Estas suposiciones y deseos no compartidos producen decepciones cuando la realidad es diferente. Hablar abiertamente sobre las expectativas y llegar a acuerdos evita muchos de los roces causados por deseos no comunicados. Al final son estos pequeños conflictos y desilusiones los que van erosionando la ilusión que una a las parejas.
Tabla de contenido
Las vicisitudes de la vida en pareja y su efecto sobre las finanzas
En 15 años de vida en pareja hemos tenido años en los que yo he aportado la mayor parte de los ingresos y otros años ella los ha aportado. Hemos tenido años en los que los dos hemos gozado de altos ingresos. Ha habido momentos en los que uno de los dos ha estado desempleado y otros momentos en los que los dos nos hemos encontrado sin empleo.
Si quieres que tu relación sea de largo plazo, prepárate para pasar por todo tipo de situaciones. Con un modelo de compartir los gastos por mitades, cuando uno de los dos estuvo desempleado, el método hubiera fracasado.
En el evento en que hubiéramos escogido un modelo en el cual sólo distribuimos los gastos, pero no los ahorros, nunca hubiéramos construido juntos el patrimonio, como lo hemos hecho.
El método que hemos utilizado desde antes de casarnos, y el cual mantenemos aún hoy en día asume que la pareja es una unidad económica. Mis ingresos son los ingresos de esta unidad; así como los de ella. Los gastos son gastos de la unidad. Si un mes ella no tiene suficiente dinero para pagar la tarjeta de crédito, la pago yo, y viceversa.
Características de nuestro método de unidad económica de la pareja:
- Apertura total (si, total: sin escondidos) de los ingresos, gastos, activos y pasivos desde antes de construir nuestra sociedad conyugal.
- Confianza total en el manejo que el otro hace de los recursos.
- Definir metas relevantes para la pareja, lo que crea un propósito común relevante para ambos.
- Construcción de los presupuestos anuales en dirección al logro de las metas de largo plazo. La construcción del presupuesto es un momento importante en la vida de la pareja. A veces nos tomamos unos días y nos reunimos fuera de casa para darle la importancia que requiere esta actividad.
- Seguimiento mensual al presupuesto y al cumplimiento de los objetivos. En las reuniones de seguimiento a veces hay desviaciones del plan. Tomamos acciones correctivas para mantener el rumbo.
- Celebramos cada vez que cumplimos el presupuesto. En un mes que no lo cumplimos hacemos un análisis minucioso para entender la causa del problema y corregirlo hacia el futuro.
- Tomamos decisiones de asignación de recursos y de inversión mensualmente, en línea con la estrategia de largo plazo.
- Ante todo, sabemos que nuestro esquema financiero está al servicio de nosotros como pareja, y no al contrario.
- Cada uno hace el máximo esfuerzo para que el otro sea cada vez más próspero y desarrolle al máximo su potencial en todas las dimensiones que le son importantes. Una de ella es el bienestar material.
Nosotros nos decidimos por este método de unidad económica, porque antes de casarnos pensamos que, al entrar con reservas y secretos al tema financiero, estaríamos iniciando nuestra vida de casados con reservas y secretos en general, lo cual hubiera restado confianza a la relación. Cabe decir que, la relación está construida sobre la confianza mutua.
No todas las relaciones están pensadas para el largo plazo
Soy consciente de que este método exige de las partes un compromiso total, y asume que la relación durará (literalmente) hasta que la muerte nos separe.
También puedo entender que sientas cierta prevención al darle todas las claves de tus productos financieros y acceso irrestricto a tu información a tu pareja.
El ejercicio de liberar todo requiere una convicción total en la relación. Si no estás dispuesto a hacerlo, y estás en una relación con menos seriedad y de corto plazo, hay otras formas de distribuir los gastos en pareja, los cuales describiremos a continuación.
Antes de empezar con los diferentes métodos, no dudo en recomendarte el método de la unidad económica. Si ambos estáis dispuestos a ello, es porque sienten un compromiso e interés en la relación tan fuerte que os llevará a un plano emocional, físico y financiero totalmente diferente; mejor en todo sentido.
Compartir gastos en proporción a los ingresos
Este método indica que, si uno de los dos gana el x% del ingreso de la pareja, debe asumir el x% del gasto. El / la otra / otra deberá asumir 1-x%.
Si yo gano el 70% del ingreso de la pareja, debo asumir el 70% del gasto.
Pienso que tiene sentido en parejas con niveles de ingreso muy disimiles, pero tiene algunas desventajas importantes:
- Hay que ajustar el sistema cada vez que cambien los ingresos.
- El ahorro no es compartido, cada uno maneja su ahorro y el patrimonio resultante por aparte. Esto inhibe una de las fortalezas más grandes de vivir en pareja: aunar esfuerzos y diferentes inteligencias para optimizar las inversiones conjuntas.
- El mejor indicador para registrar el avance hacia las metas es el patrimonio. Al no compartir esta información se dificulta mucho tener metas compartidas. Las metas compartidas es uno de los pilares sobre los cuales se fundamentan las relaciones serias.
- La persona que más gana puede sentirse castigado (a) con un mayor gasto. El sentimiento de injusticia puede erosionar la ilusión que una a las dos personas hasta acabar con la relación.
Compartir gastos en partes iguales
Cada uno asume la mitad del gasto del hogar, independiente del nivel de ingresos de cada uno.
Este método superficialmente es muy equitativo, sin embargo, puede fracasar si los ingresos de cada uno son muy diferentes, y, sobre todo, si las costumbres de gasto varían mucho.
Hay parejas en las que uno de los miembros es moderado en el gasto y el otro es absolutamente amplio, generoso y con episodios de derroche. El miembro más conservador puede sentirse incómodo al pagar por lo que considera excesos de su pareja.
La insatisfacción recurrente mina la relación después de un tiempo.
Otra desventaja es el sentimiento transaccional. Si por algún motivo uno de los dos debe asumir un gasto que desequilibra el acuerdo, debe registrar la diferencia y ajustar posteriormente el “débito” correspondiente.
Esta situación de ajuste permanente produce un sentimiento de “mi dinero, tu dinero”, que para nada favorece la unión familiar.
Compartir gastos y ahorros
Esta modalidad de distribución da un paso más en la dirección correcta: los ahorros. Compartir los ahorros es el primer paso para definir metas conjuntas, importantísimas para proyectar la relación hacia el futuro.
Vida financiera compartida
Este es el modelo que describí al inicio como una unidad económica. Estoy convencido de que es el mejor modelo de todos, sin embargo, hay algunos puntos de precaución:
- Mantengan la propiedad de los bienes (el auto, el apartamento, etc.) a nombre de uno sólo de los dos, para evitar una doble declaración en la administración de impuestos.
- Definan la propiedad de los bienes de tal forma que se minimice el gasto en impuestos.
- Contraten un contador que les ayude a hacer la planeación fiscal y tributaria.
- El presupuesto es una forma de comunicación escrita mediante el cual se formalizan decenas de “micro – acuerdos” todos los meses. Es un momento para la pareja el cual no debe desestimarse. Usen la plantilla PROFyT para llevar el presupuesto.
- Procuren realizar la sesión de cierre en los primeros días de cada mes sin falta.
- Dediquen un tiempo y recursos para celebrar cada triunfo al lograr las metas planteadas en el presupuesto.
- Fíjense grandes premios por llegar a hitos del presupuesto. Por ejemplo: comprar una moto Ducati al llegar al primer millón de euros de patrimonio, o tomar vacaciones en Sankt Moritz una vez terminemos de pagar todas las deudas. Presupuesten el premio, efectivamente compren la moto y viajen a St. Moritz y ante todo disfrútenlo porque lo han ganado. Pocas cosas unirán tanto a la pareja como disfrutar un premio por un logro compartido importante.
Conclusión sobre cómo distribuir los gastos en pareja
- La comunicación abierta, frecuente y fluida sobre el manejo de las finanzas de la pareja es una de las claves del éxito.
- Llevar un presupuesto es una manera de formalizar por escrito decenas de “micro – acuerdos”, es una de los motivos por los cuales llevar un presupuesto es tan importante para distribuir los gastos en pareja.
- Si la relación es seria y está planteada para el largo plazo, el mejor método para distribuir los gastos es el de la unidad económica.
- Definir metas en conjunto, hacer seguimiento a su cumplimiento y celebrar a lo grande cuando se consiguen es uno de las herramientas más poderosas para unir la pareja.
- Como pareja traten de tener ingresos adicionales a los ingresos laborales de cada uno. Construir activos que produzcan ingresos pasivos es una excelente forma de lograrlo.
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Esperamos que este artículo te guíe para saber cómo distribuir los gastos en pareja. Queremos conocer tu opinión: ¿Cuál método crees que es el mejor?