300 Frases y Citas Sabias de Personajes Célebres


Frases de los padres del desierto

A continuación, una recopilación de frases y citas sabias de personas que han marcado la historia. Algunos por su espiritualidad, como los padres del desierto o Juliana de Norwich; otros por su alma libre y franca, como Montserrat Roig, otros por su valor, como Julius Fucik.

Julius Fucik frases

Julios Fučík nació el 23 de febrero de 1903 y murió el 8 de septiembre de 1943. Fue un periodista checoslovaco, crítico, escritor y miembro activo del partido comunista de Checoslovaquia.

Fue detenido y torturado en la cárcel de Pankrac en Praga. De esta época data su “Reportaje al pie la horca” que fueron escritas en pedazos de papel para cigarrillos y sacadas de su encierro subterfugiamente por guardas de seguridad de la penitenciaría.

El libro narra acontecimientos en la prisión y está lleno de esperanza en un mejor futuro (comunista).

En mayo de 1943 Fucik fue llevado a Alemania. En agosto de este año fue acusado de traición relacionada con sus actividades políticas. Fue hallado culpable y sentenciado a muerte en la horca por parte del partido Nacional Socialista.

Julius era sobrino del famoso compositor Julius Arnost Vilem Fucik.

Frases de Julius Fucik

“Quisiera que todo el mundo supiese que no ha habido héroes anónimos. Eran personas con su nombre, su rostro, sus anhelos y sus esperanzas, y el dolor del último de los últimos no ha sido menor que el del primero, cuyo nombre perdura. Yo quisiera que todos ellos estuviesen cerca de vosotros, como miembros de vuestra familia, como vosotros mismos.”
Julius Fučík

“Sin embargo, aunque muertos viviremos en un pequeño rincón de vuestra felicidad, porque por esa felicidad hemos dado nuestra vida.”
Julius Fučík

“-Tú no tienes corazón -me dice el alto SS.
-Sí lo tengo -le respondo.
Y de golpe me siento orgulloso porque he sido lo suficientemente fuerte para salir en defensa de mi corazón.”
Julius Fučík

“Pues el deber humano no termina con esta lucha y ser hombre exigirá, también en el futuro, un corazón heroico, hasta que los hombres sean completamente hombres.”
Julius Fučík

“Sólo pido una cosa —escribe en el capítulo 5—: los que sobrevivís a esta época no olvidéis. No olvidéis ni a los buenos ni a los malos. […] Siempre pensé cuán triste sería ser el último soldado tocado en el corazón por la última bala y en el último momento de la guerra. […] El optimismo no debe ser alimentado con la mentira, sino con la verdad”.


Montserrat Roig frases

Montserrat Roig Fransitorra fue una escritora y periodista catalana nacida el 13 de junio de 1946 en Barcelona. Murió en Barcelona el 10 de noviembre de 1991 . Ganó diversos premios por sus reportajes, novelas, cuentos y artículos periodísticos.

Lucho por las causas del feminismo y contra el franquismo.

Esto es escribir para mí, explicar la vida no a mi lado, caminando conmigo, sino dentro de mí, perdida en mí.

Frases de Montserrat Roig

Todo es política y hacer apoliticismo es de toda la vida, colaborar con determinadas formas y contenidos políticos.

Hay que luchar con toda la mala leche del mundo, si cabe, para descubrir quiénes somos, sin sublimaciones ni idealizaciones

Escribo en catalán por tres cosas; En primer lugar, porque es mi lengua. En segundo lugar, porque es una gran lengua con tradición literaria escrita. Y en tercer lugar, porque me da la gana.

Creo en la esperanza porque es ella la que construye el futuro.

La democracia no se aprende en el parlamento sino en casa. Ser demócrata no es una actitud política, es una actitud ante la vida.


Juliana de Norwich frases

Juliana (o Julián) Norwich fue una monja de clausura benedictina (1342 – 1416) y considerada una de escritoras místicas cristianas más importantes de Inglaterra.

Actualmente es venerada por la iglesia de Inglaterra, la Iglesia Luterana y la Iglesia Católica.

Fue la primera mujer en escribir un libro en inglés: “Dieciséis revelaciones del Amor Divino”

Frases de Juliana de Norwich

Porque yo no veía la ira, excepto en la parte del hombre, y perdona en nosotros, porque la ira no es más que la perversidad y una oposición a la paz y al amor.

¿Debo creer, por ser mujer, que no habría de hablaros de la bondad de Dios, habiéndome sido revelado al mismo tiempo que era su voluntad que fuera conocida?

La primera la memoria de la Pasión. La segunda una enfermedad corporal. La tercera recibir de Dios tres heridas (…) la herida de la verdadera contrición, la herida de la compasión de amor, y la herida de anhelo de la voluntad de Dios.

El pecado es necesario, pero todo acabará bien, y todo acabará bien, y cualquier cosa, sea cual sea, acabará bien.

Dios no perdona, ama.

Así que Jesucristo, quien establece lo bueno contra lo malo, es nuestra madre real. Le debemos nuestro ser – ¡y ésta es la esencia de la maternidad! – Y toda la protección deliciosa y amorosa que siempre le sigue. Dios es realmente tanto nuestra Madre como nuestro Padre.

Así que Jesús es nuestra verdadera Madre por naturaleza en nuestra primera creación, y es nuestra verdadera Madre por gracia al asumir nuestra naturaleza creada.

Una madre puede dar a su niño leche para succionar, pero nuestra querida madre Jesús puede alimentarnos consigo mismo, y lo hace cortés y tiernamente con el santo sacramento, que es el alimento preciado de la vida misma … La madre puede sostener al niño tiernamente contra su pecho, pero nuestra tierna madre de Jesús puede familiarmente llevarnos a su bendito seno a través de su dulce costado abierto …

El que hizo todas las cosas por amor, por ese mismo amor las guarda y las mantendrá hasta el fin.

No temas la soledad. También puede ser fecunda, fraterna y misionera.

No olvides nunca que nada ni nadie es demasiado insignificante para Dios.

Deja que Dios sea Dios y todo lo demás se reordenará (incluido el pecado).


Benjamin Zander frases

Benjamin Zander nació el 9 de marzo de 1939 en Gerrards Cross, Buckinghamshire, Inglaterra. Es un director de música clásica y actualmente dirige la Orquesta Filarmónica de Boston, la cual fundó en 1978 y la Orquesta Filarmónica Joven de Boston.

Zander se inició como chelista y pianista y empezó a componer a la edad de 9 años.

Además de su sobresaliente carrera musical, Zander ha forjado una carrera como panelista internacional sobre temas relacionados con liderazgo.

Frases de Benjamin Zander

El director de una orquesta no emite sonido alguno. Su poder depende de su habilidad para hacer poderosos a otros.

Yo tengo una definición del éxito. Para mí es muy sencillo. No se trata de riqueza, de fama ni poder. Se trata sobre cuántos ojos brillantes tengo alrededor.

Nunca diré nada que no pueda quedar como lo último que dije.

El primer día de clase pongo un sobresaliente a mis alumnos y les digo que escriban ¿por qué merecen el sobresaliente y en qué tienen que trabajar ese año para convertirse en esa versión de sobresaliente de sí mismos?

Enamórate de esa persona sobresaliente y compórtate como esa persona.

En la dimensión mundana, defines una meta y luchas por alcanzarla. En el universo de lo posible defines el contexto y dejas a la vida desplegarse.

Cuán a menudo estamos convencidos sobre la veracidad de nuestras primeras memorias, olvidando que ellas son la evaluación de un niño. Podemos reemplazar las narrativas que nos inhiben inventando historias más sabias, libres de miedos infantiles y al hacerlo, disipamos las rocas de tropiezo sicológicas que sostenemos largamente.

La vida se nos revela como un lugar para contribuir y nosotros como contribuidores. No porque hayamos realizado una considerable cantidad de bien, sino porque es la historia que contamos.

Me quedé en un juego llamado ´soy una contribución´. Distinto al éxito y al fracaso, contribución no tiene otro lado. No se llega a ella por comparación.

Los errores pueden ser como el hielo. Si nos resistimos a ellos, podemos mantenernos resbalándonos sobre ellos hacia una postura de derrota. Si incluimos errores en nuestra definición de desempeño, podemos deslizarnos a través de ellos y apreciar la belleza del largo plazo.

“…el jugador que parece menos enganchado puede ser el miembro más comprometido del grupo. Un cínico es, después de todo, una persona apasionada que no quiere volver a desilusionarse”

Correcto. Si los ojos están brillando, sabes que lo estás haciendo. Si los ojos no están brillando, debes hacerte una pregunta. Y la pregunta es: ¿Quién estoy siendo, dado que los ojos de mis jugadores no están brillando? También podemos hacerlo con nuestros hijos. ¿Quién estoy siendo, dado que los ojos de mis hijos no están brillando? Es un mundo totalmente diferente.

Es una de las características de un líder que no dude ni por un momento de la capacidad de la gente que está liderando para llevar a cabo aquello que él está soñando. Imagina si Martin Luther King hubiera dicho ´Tengo un sueño. Claro, No estoy seguro que estén a la altura´

“La práctica de calificar con A transporta tus relaciones del mundo de la medición al universo de posibilidades… Esta A no es una expectativa para estar a la altura, sino una posibilidad en la cual vivir.

Piensa en alguien a quien adores, quien ya no está acá. Una abuela amada, un amante – alguien en tu vida a quien ames con todo tu corazón, pero quien ya no está contigo. Trae a esta persona a tu mente al mismo tiempo que sigues toda la línea desde B a E y oirás todo lo que Chopin tenía para decir.

No hay mal clima, solo ropa inapropiada.


Funakoshi Gichin frases

Funakoshi Gichin nació el 10 de noviembre de 1868 en Yamakawa, Shuri, prefectura de Okinawa en Japón y murió el 26 de abril de 1957. Descendiente de un linaje samurai, de una familia cuyos miembros en tiempos pasados fueron vasallos de los nobles de la dinastía Ryukyu.

Desde temprana edad dominó las artes marciales del estilo Ryukyu.

Se le considera el padre del Karate moderno, ya que fue quien la introdujo al entonces llamado Ministerio de Educación del Japón, momento a partir del cual esta disciplina se diseminó por toda la isla y luego por el mundo.

A continuación, citamos algunas de las frases más célebres de Funakosi Gichin.

Frases de Funakoshi Gichin

Frases de Funakoshi Gichin

Debes ignorar lo malo y adoptar lo bueno

Lo que has aprendido al escuchar las palabras de otro lo vas a olvidar rápidamente; lo que has aprendido con todo tu cuerpo, lo recordarás por el resto de tu vida.

Cuando no hay vías de escapa y uno es atrapado antes de que cualquier intento de escape pueda hacerse, entonces, por primera vez el uso de técnicas de defensa personal debe ser considerado. Incluso en momentos como estos, no muestres ninguna intención de atacar, pero primero deja que el atacante se descuide. En ese momento atácalo concentrando toda tu fuerza de un golpe hacia un punto vital. En el instante de sorpresa escapa y busca resguardo y ayuda.

Procura hacer exactamente como se te enseña, sin quejarte ni eludirte.

Piensa de cada día como si fuera entrenamiento de karate.

Una vez que has aprendido una kata debe ser practicada repetidamente hasta que pueda ser aplicada en una emergencia. El mero conocimiento de las secuencias de kata en karate es inútil.

Principiantes deben dominar la postura baja, posiciones naturales del cuerpo son para los avanzados.

Recuerda que debes tener una profunda consideración por la cortesía y debes ser respetuoso y obediente hacia tus mayores.

Primero espíritu, luego técnica

En el pasado se esperaba que fueran requeridos tres años para aprender una única kata, usualmente incluso un experto con habilidad considerable podría conocer tres, máximo 5 kata.

Karate-do pugna internamente a entrenar la mente para desarrollar una conciencia clara, permitiéndole a uno enfrentar el mundo honestamente, mientras desarrolla externamente la fuerza hasta el punto tal que uno puede vencer incluso a feroces animales. Mente y técnica son uno en el verdadero karate

Practicar kata no es memorizar en orden. Encuentre katas que te funcionen; entiéndelas, digiérelas y quédate con ellas de por vida.

No hay el primer golpe en Karate

Cualquier hombre será capaz, luego de suficiente práctica de lograr notables hazañas de fuerza, pero sólo llegará hasta cierto punto y no más lejos. Hay un límite a la fuerza física que nadie puede superar.

Una de las características más sorprendentes del karate es que cualquiera lo puede practicar; joven o viejo, fuerte o débil, hombre o mujer.

El karate empieza y termina con cortesía.

No importa cuánto sobresalgas en el arte del Karate y en tus hazañas escolásticas; nada es más importante que el comportamiento y la humanidad que observes en tu vida diaria.

Karate es un arte defensivo de principio a fin.

Como Karate es un arte marcial, debes practicarlo con la mayor seriedad desde el puro principio.

Un estudiante bien versado incluso en una técnica naturalmente notará puntos correspondientes en otras técnicas. Un golpe superior, un golpe inferior, un golpe frontal y un golpe para atrás, todos son esencialmente el mismo. Viendo sobre los treinta katas, el estudiante debería ser capaz que todos son esencialmente variaciones de un puñado de katas.


Frases de los Padres del Desierto

De acuerdo al portal Alateia, a causa de la persecución romana contra los cristianos en el siglo IV AD, estos últimos encontraron en el desierto una forma de escapar. Un cristiano de nombre Pablo, que vivía en Tebas, Egipto fue uno de los primeros que tomó esta opción.

Mientras esperaba que pasara la persecución descubrió que disfrutaba de la soledad y la libertad para ayunar y rezar, de forma que mantuvo su forma de vida como ermitaño durante décadas, dedicado a la adoración de Dios.

Antonio, también de Egipto sintió el llamado de Dios para vender sus bienes, darles el producto a los pobres y vivir una vida de asceta, así que fue a visitar a Pablo cuya forma de vida le inspiró a adoptar una forma de vida como eremita en la naturaleza.

En adelante muchos hombres y mujeres se sintieron atraídos por el estilo de vida de Pablo y de Antonio, entre ellos santos como san Pacomio, san Menas, san Basilio de Cesarea, san Macario de Egipto y san Moisés de Etíope.

Más tarde, san Benito desarrollo su propia regla monástica basada en los escritos de los antiguos Padres del desierto.

Estas colecciones de escritos constan de dichos y así como del relato de hechos edificantes y reflejan la sabiduría espiritual que emana de la soledad del retiro por los primeros eremitas y ermitaños que vivieron en el desierto de Egiptio, Siria y Palestina.

A continuación, transcribimos algunos de los apotegmas o frases de los Padres del Desierto, citando de La Colección Alfabética aquellos correspondientes a abba ANTONIO.

Frases de los padres del desierto – ABBA ANTONIO

El santo abba Antonio, mientras vivía en el desierto, cayó en la acedia y se oscurecieron sus pensamientos. Dijo a Dios: “Señor, quiero salvar mi alma, pero los pensamientos no me dejan. ¿Qué he de hacer en mi aflicción? ¿Cómo me salvaré?”. Poco después, cuando se levantaba para irse, vio Antonio a un hombre como él, trabajando sentado, que se levantaba de su trabajo para orar, y se sentaba de nuevo para trenzar una cuerda, y se alzaba para orar, y era un ángel del Señor, enviado para corregir y consolar a Antonio. Y oyó al ángel que le decía: “Haz esto y serás salvo”. Al oír estas palabras sintió mucha alegría y fuerza, y obrando de esa manera se salvó.

El mismo abba Antonio, investigando la profundidad de los juicios de Dios, rogó diciendo: “Señor, ¿por qué mueren algunos tras una vida corta y otros llegan a extrema vejez? ¿Por qué algunos son pobres y otros ricos? ¿Por qué los injustos se enriquecen y los justos pasan necesidad?”. Entonces vino hasta él una voz que le respondió: “Antonio, ocúpate de ti mismo, pues eso es el juicio de Dios, y nada te aprovecha el saberlo”.

Uno interrogó a abba Antonio, diciendo: “¿Qué debo observar para agradar a Dios?”. El anciano le respondió diciendo: “Guarda esto que te mando: adondequiera que vayas, lleva a Dios ante tus ojos; y cualquier cosa que hagas, toma un testimonio de las Sagradas Escrituras; y cualquiera sea el lugar que habitas no lo abandones prontamente. Observa estas tres cosas y te salvarás”.

Dijo abba Antonio a abba Pastor: “Este es el gran esfuerzo del hombre: poner su culpa ante Dios, y estar preparado para la tentación hasta el último suspiro”.

Dijo el mismo: “El que no ha sido tentado no puede entrar en el Reino de los cielos. En efecto, suprime las tentaciones -dijo- y nadie se salvará”.

Preguntó abba Pambo a abba Antonio: “¿Qué debo hacer?”. Le respondió el anciano: “No confíes en tu justicia, ni te preocupes por las cosas del pasado, y guarda tu lengua y tu vientre”.

Dijo abba Antonio: “Vi todas las trampas del enemigo extendidas sobre la tierra y dije gimiendo: ¿quién podrá pasar por ellas? Y oí una voz que me respondía: la humildad”.

Dijo también: “Algunos hay que afligieron sus cuerpos con la ascesis, y porque les faltó discernimiento, se alejaron de Dios”.

Dijo también: “La vida y la muerte dependen del prójimo. Porque si ganamos al hermano, ganamos a Dios, y si escandalizamos al hermano, pecamos contra Cristo”.

Dijo también: “Como los peces mueren si permanecen mucho tiempo fuera del agua, de la misma manera los monjes que se demoran fuera de la celda o se entretienen con seculares, se relaja la intensidad de su tranquilidad interior (hesyquía). Es necesario que, como los peces del mar, nos apresuremos nosotros a ir a nuestra celda, para evitar que, por demorarnos en el exterior, olvidemos la custodia interior”.

Dijo también: “El que permanece en la hesyquía en el desierto, se ve libre de tres combates: del oído, de la palabra y de la vista. Tiene sólo uno: el de la fornicación”

Unos hermanos fueron adonde estaba abba Antonio, para comunicarle las visiones que tenían, y para aprender de él si eran verdaderas o procedían de los demonios. Tenían un asno, que había muerto en el camino. Cuando llegaron a la presencia del anciano, anticipándose, éste les dijo: “¿Por qué murió el pequeño asno en el camino?”. Le dijeron: “¿Cómo lo sabes abba?”. Les respondió: “Me lo mostraron los demonios”. Le dijeron: “Por eso veníamos nosotros a preguntar, porque vemos visiones y muchas de ellas son veraces, y no queremos equivocarnos”. Los convenció el anciano con el ejemplo del asno, que esas visiones procedían de los demonios.

Un hombre que estaba cazando animales salvajes en el desierto, vio a abba Antonio que se recreaba con los hermanos y se escandalizó. Deseando mostrarle el anciano que es necesario a veces condescender con los hermanos, le dijo: “Pon una flecha en tu arco y estíralo”. Y así lo hizo. Le dijo: “Estíralo más”. Y lo estiró. Le dijo nuevamente: “Estíralo”. Le respondió el cazador: “Si estiro más de la medida, se romperá el arco”. Dijo el anciano: “Pues así es también en la obra de Dios: si exigimos de los hermanos más de la medida, se romperán pronto. Es preciso pues de vez en cuando condescender con las necesidades de los hermanos”. Vio estas cosas el cazador y se llenó de compunción. Se retiró muy edificado por el anciano. Los hermanos regresaron también, fortalecidos, a sus lugares.

Oyó hablar abba Antonio de un joven monje, que había hecho un milagro estando en camino. Porque vio a unos ancianos que viajaban y estaban fatigados, y ordenó a unos onagros que se acercaran y los llevaran hasta la celda de Antonio. Los ancianos se lo contaron a abba Antonio, el cual les dijo: “Me parece que este monje es como un navío cargado de bienes, pero no sé si llegará a puerto”. Y después de un tiempo, comenzó de repente abba Antonio a llorar, a arrancarse los cabellos y a lamentarse. Le dijeron sus discípulos: “¿Por qué lloras, padre?”. Les respondió el anciano: “Acaba de caer una gran columna de la Iglesia (se refería al joven monje). Pero vayan -les dijo-, adonde está él, y averigüen qué sucedió”. Fueron los discípulos y vieron al monje sentado sobre una estera, llorando el pecado que había cometido. Al ver a los discípulos del anciano les dijo: “Digan al anciano que le pida a Dios me conceda diez días solamente, y espero dar satisfacción”. Pero en el plazo de cinco días murió.

Un monje fue alabado por los hermanos en presencia de abba Antonio. Cuando éste lo recibió, lo probó para saber si soportaba la injuria, y viendo que no la soportaba, le dijo: “Pareces una aldea muy adornada en su frente, pero que los ladrones saquean por detrás”.

Dijo un hermano a abba Antonio: “Ruega por mí”. Le dijo el anciano: “No tendré misericordia de ti, ni la tendrá Dios, si tú mismo no te esfuerzas y pides a Dios”.

Fueron unos ancianos adonde estaba abba Antonio, e iba con ellos abba José. Los quiso probar el anciano y les propuso un pasaje de la Escritura preguntándoles su sentido, comenzando por los menores y uno a uno respondían según su capacidad. A cada uno de ellos decía el anciano: “No lo has encontrado todavía”. Por último, le preguntó a abba José: “¿Qué dices tú acerca de esta palabra?”. Respondió: “No sé”. Dijo abba Antonio: «Abba José encontró el camino, pues dijo: “No sé”».

Unos hermanos fueron desde Escete para ver a abba Antonio, y al subir a una nave para dirigirse hasta él, hallaron un anciano que también quería ir. Los hermanos no lo conocían. Sentados entonces en la nave hablaban de las palabras de los Padres y de las Escrituras, y después, acerca de su trabajo manual. El anciano callaba. Cuando llegaron al puerto supieron que el anciano iba también a visitar a abba Antonio. Cuando llegaron donde estaba él, les dijo (abba Antonio): “Tuvieron buena compañía, este anciano”. Dijo después al anciano: “Encontraste buenos hermanos, padre”. El anciano respondió: “Buenos son, en efecto, pero su casa no tiene puerta, y el que lo desee puede entrar en el establo y desatar el asno”. Decía esto porque hablaban lo que les venía a la boca.

Fueron unos hermanos adonde estaba abba Antonio y le dijeron: “Dinos una palabra: ¿qué debemos hacer para salvarnos?”. El anciano les dijo: “¿Oyeron la Escritura? Pues eso es bueno para ustedes”. Le dijeron ellos: “Pero queremos escucharlo de ti, padre”. Les dijo el anciano: “El Evangelio dice: Si alguien te golpea en la mejilla derecha, ofrécele también la otra (Mt 5,39)”. Le respondieron: “No podemos hacer esto”. Les dijo el anciano: “Si no pueden ofrecer la otra mejilla, al menos soporten que los golpeen en una”. Le dijeron: “Tampoco podemos esto”. Dijo el anciano: “Si no pueden esto, no devuelvan el mal que recibieron”. Respondieron: “Tampoco podemos hacer esto”. Dijo entonces el anciano a su discípulo: “Prepárales una papilla, porque están enfermos. Si no pueden hacer esto, ni quieren hacer lo otro, ¿qué puedo hacer yo por ustedes? Necesitan oraciones”.

Un hermano que había renunciado al mundo y dado sus bienes a los pobres, había, sin embargo, conservado algo para sí. Fue a ver a abba Antonio. Enterado de todo ello, le dijo el anciano: “Si quieres llegar a ser monje, ve a esa aldea, compra carne y ponla sobre tu cuerpo desnudo y vuelve aquí”. Así lo hizo el hermano, y los perros y las aves lo lastimaban. Fue adonde estaba el anciano, quien le preguntó si había hecho lo que le había aconsejado. Cuando le hubo mostrado su cuerpo herido, le dijo el santo abba Antonio: “Los que renunciaron al mundo y quieren poseer riquezas, son despedazados así por los ataques de los demonios”.

Fue tentado un hermano en el cenobio de abba Elías. Expulsado de allí fue al monte donde estaba abba Antonio. Permaneció el hermano con él durante algún tiempo, y le envió después al cenobio del que había salido. Cuando lo vieron los hermanos, lo expulsaron de nuevo. Volvió el hermano a abba Antonio, diciendo: “No quisieron recibirme, padre”. Lo envió de nuevo el anciano diciendo: “La nave naufragó en el mar, perdió la carga y apenas si pudo salvarse llegando a tierra; pero ustedes quieren hundir aquello que logró salvarse en tierra”. Ellos, al oír que lo enviaba abba Antonio, lo recibieron en seguida.

Dijo abba Antonio: «Pienso que el cuerpo tiene un movimiento natural, adaptado a él, pero que no actúa si no lo quiere el alma; indica solamente en el cuerpo un movimiento sin pasión. Pero hay otro movimiento, que proviene de la alimentación y del abrigo del cuerpo por la comida y la bebida; es así que el calor de la sangre excita el cuerpo para la acción. Por ello dice el Apóstol: “No se embriaguen con vino, en el que está la impureza (Ef 5,18)”. Y también el Señor en el Evangelio amonesta a los discípulos diciendo: “Miren que no se entorpezcan sus corazones con la crápula y la ebriedad (Lc 21,34)”. Hay todavía otro movimiento para los que combaten, que procede de las trampas y la envidia de los demonios. Hay que saber, por tanto, que hay tres movimientos del cuerpo: uno es natural, el segundo viene de la abundancia de alimentos, el tercero viene de los demonios».

Dijo también: “Dios no permite que esta generación sea atacada como la de los antiguos, pues sabe que es débil y no puede resistir”.

Le fue revelado a abba Antonio en el desierto: “En la ciudad hay un hombre semejante a ti, de profesión médico, que da lo superfluo a los necesitados y todos los días canta el trisagio con los ángeles”

Dijo abba Antonio: «Viene el tiempo en que se enloquecerán los hombres, y cuando vean a uno que no está loco, se volverán contra él, diciendo: “Estás loco”, porque no es semejante a ellos».

Fueron algunos hermanos a abba Antonio, y le dijeron una palabra del Levítico. Salió el anciano al desierto, y lo siguió ocultamente abba Amonas, que conocía sus costumbres. Y alejándose, el anciano, puesto de pie para la oración, exclamó con voz fuerte: “Oh, Dios, envía a Moisés para que me explique esta palabra”. Y llegó una voz que conversó con él. Dijo abba Amonas que él oy ó la voz que conversaba con el anciano, pero no comprendió el alcance de esas palabras.

Tres padres tenían la costumbre de ir cada año a ver a abba Antonio y mientras dos lo interrogaban acerca de los pensamientos y la salvación del alma, el tercero callaba absolutamente y nada preguntaba. Después de mucho tiempo, le dijo abba Antonio: “Vienes desde hace tiempo y no me preguntas nada”. Le respondió diciendo: “Abba, me basta con verte”.

Decían que uno de los ancianos rogó a Dios le concediese ver a los Padres, y los vio, excepto a abba Antonio. Le dijo al que se lo mostraba: “¿Dónde está abba Antonio?”. Le respondió: “En el mismo lugar en que está Dios, allí está”.

Un hermano en el cenobio fue acusado calumniosamente de fornicación, y levantándose fue adonde estaba abba Antonio. Los hermanos del cenobio fueron también para curarlo y llevarlo consigo, y trataron de convencerlo que había hecho aquello. Él, por el contrario, afirmaba: “No lo hice”. Estaba allí abba Pafnucio Céfalas, quien les dijo esta parábola: “Vi en el borde del río a un hombre, hundido en el fango hasta las rodillas, y fueron unos para darle la mano, y lo hundieron hasta el cuello”. Y les dijo abba Antonio acerca de abba Pafnucio: “Este es un hombre veraz, capaz de curar a las almas y salvarlas”. Movidos a arrepentimiento por las palabras de los ancianos, hicieron la metanía al hermano. Y amonestados por los Padres, recibieron al hermano en el cenobio.

Decíase de abba Antonio que llegó a ser pneumatóforo (portador del Espíritu Santo), pero que no quería hablar a causa de los hombres. En efecto, reveló lo que acontecía en el mundo y lo que había de venir.

Recibió abba Antonio una carta del emperador Constancio, invitándolo a ir a Constantinopla, y reflexionaba acerca de lo que debía hacer. Le preguntó a abba Pablo, su discípulo: “¿Debo ir?”. Y le respondió: “Si vas, te llamarás Antonio; si no vas, te llamarás abba Antonio”.

Dijo abba Antonio: “Ya no temo a Dios, sino que lo amo. En efecto, el amor expulsa el temor (1 J 4,18)”.

Dijo el mismo: “Deben tener siempre ante los ojos el temor de Dios. Acuérdense de quien da la muerte y la vida (cf. 1 S 2,6). Tengan odio al mundo y a todo lo que está en él. Renuncien a esta vida, para vivir para Dios. Recuerden lo que prometieron a Dios; eso es lo que se les pedirá en el día del juicio. Sufran el hambre, la sed, la desnudez, las vigilias; entristézcanse y lloren, giman en sus corazones; prueben si son dignos de Dios; desprecien la carne, para salvar sus almas”.

Visitó abba Antonio a abba Amún en la montaña de Nitria, y cuando se hubieron encontrado, le dijo abba Amún: “Ya que el número de los hermanos se ha multiplicado gracias a tus oraciones, y algunos de ellos desean construirse celdas retiradas para vivir en el recogimiento (hesiquía), ¿a qué distancia de las actuales dispones que se edifiquen esas celdas?”. Le dijo: “Comeremos a la novena hora, y saldremos a recorrer el desierto para reconocer el lugar”. Cuando hubieron marchado por el desierto hasta la puesta del sol, abba Antonio dijo: “Oremos, y plantemos una cruz, para que construyan aquí los que lo que desean. Así los hermanos que vengan de allá para ver a los que están aquí, lo harán después de tomar una ligera refección a la hora novena, y los encontrarán en este momento. Lo mismo los que vayan de aquí para allá, se conserven de este modo sin distracción en las visitas mutuas”. La distancia es de doce millas.

Dijo abba Antonio: “El que trabaja un bloque de hierro, observa primero en su pensamiento lo que desea hacer: una hoz, una espada o un hacha. De la misma manera, nosotros debemos pensar qué virtud buscamos, para no esforzarnos en vano”.

También dijo: “La obediencia y la continencia someten las fieras a los hombres”.

Dijo también: «Conozco monjes que cayeron después de haber soportado mucho, y que llegaron al orgullo del alma porque esperaron en sus obras y desconocieron el mandato que dice: “Interroga a tu padre y él te enseñará (Dt 32,7)”».

Dijo también: “El monje debería manifestar confiadamente a los ancianos, si fuera posible, cuántos pasos hace o cuántas gotas de agua bebe en su celda, para no tropezar en ello”.


Frases de Ogilvy

David Mackenzie Ogilvy nació en West Horsley, Surrey, Inglaterra en 1911 y murió cerca de Bonnes, Francia en Julio de 1999.

Se le conoce como “el padre de la publicidad“; Ogilvy fue un ejecutivo de la industria de la publicidad fundador de la agencia Ogilvy & Mather.

Su padre fue un académico y bróker bursátil quien tuvo algunos reveses financieros que pusieron en aprietos a la familia cuando David era joven.

A pesar de las dificultades, David logró estudiar becado en Fettes Collete y en Christ Church, Oxford. Abandonó Oxford sin graduarse y se empleó como aprendiz en el exclusivo Hotel Majestic de París y como vendedor de estufas.

Después de un año regresó a Escocia y empezó a vender estufas AGA (hoy en día la empresa originalmente sueca AGA pertenece al gigante mundial de gases Linde) puerta a puerta. Dado su éxito en ventas, su empleador le pidió redactar la “teoría y práctica para la venta de estufas para cocción AGA”, el cuál fue denominado “el mejor manual de ventas jamás escrito” años después por la revista Forbes.

Al ver el manual, su hermano mayor, Francis, convenció a sus jefes en la agencia de publicidad Mather & Crowther de contratarlo como ejecutivo junior.

Posteriormente Ogilvy viajo a los Estados Unidos, donde se desempeñó como ejecutivo de cuenta de la empresa de encuestas George Gallup; mucho de su éxito posterior lo atribuyó a la experiencia en esta firma.

Durante la segunda guerra mundial Ogilvy trabajó en la Inteligencia británica en Washington, D.C. y durante un lapso de tiempo fue segundo secretario de la embajada británica.

En 1948 fundó la empresa de publicidad Hewwitt, Ogilvy, Benson y Mather, empezando con clientes británicos, incluyendo Rolls Royce.

En 1966 Ogilvy & Mather fue una de las primeras firmas en cotizar de publicidad en cotizar en la bolsa.

Una de sus frases publicitarias más famosas fue justamente para Rolls Royce: “A sesenta millas por hora el ruido más fuerte en el nuevo Rolls-Royce viene del reloj eléctrico”.

A continuación, seleccionamos algunas frases geniales de Ogilvy sobre varios temas, como la publicidad (naturalmente), los títulos y sobre las marcas.

Frases de Ogilvy sobre publicidad:

“Publicidad no es una forma de arte, es un medio de información, un mensaje con un único propósito: vender”

“Cuando escribo una pieza publicitaria, no quiero que me digas que es ´creativa´. Quiero que la halles tan interesante que compres el producto.”

“Tu rol es vender, no dejes que nada te distraiga del único propósito de la publicidad”

“Hubiera podido poisicionar a Dove como una barra de jabón detergente para hombres con manos sucias, pero decidí en cambio posicionarlo como una barra de jabón de baño para mujeres con piel seca. Y sigue funcionando 25 años después.”

“Publicistas que ignoran la investigación como los generales que ignoran las señales del enemigo”

“El consumidor no es estúpido; el consumidor es tu esposa. Insultas su inteligencia si asumes que un simple slogan y un puñado de adjetivos insípidos la convencerán de comprar algo. Ella quiere toda la información que puedas darle”

“No llegues a tus lectores como si todos estuvieran reunidos en un estadio. Cuando la gente lee tu mensaje publicitario están solos. Pretende que estás escribiéndole una carta a cada uno de ellos en nombre de tu cliente”

“Para sobresalir debes estar bien definido en las mentes de los consumidores: quién eres y qué haces”

Mensajes de Ogilvy sobre los títulos

“Me parece que deberías usar su lenguaje, el lenguaje que ellos usan cada día, el lenguaje en el que ellos piensan”

“En promedio 5 veces más gente lee el título que el cuerpo del mensaje. Cuando has escrito tu título, has gastado ochenta centavos de cada dólar”

“Nunca uses títulos irrelevantes o astutos… La gente lee demasiado rápido como para pensar qué estás queriendo decir”

“Nunca te debes asentar, siempre deberías apuntar alto”

“El título es el ´tiquete en la carne´. Úsalo para señalar a los lectores que son prospectos para el tipo de producto que estás publicitando”

Frases de Ogilvy sobre las marcas

“Cada pieza publicitaria debería ser pensada como una contribución al complejo símbolo que es la imagen de marca”

“Lo que dices en publicidad es más importante que cómo lo dices”

“Buen mensaje publicitario no se puede ser escrito con la lengua en la mejilla, escrito sólo para ganarse la vida. Debes creer en el producto”


Shinichi Suzuki frases

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Shinichi Suzuki dedicó toda su vida a demostrar que la habilidad no es innata y que el talento puede desarrollarse. Nació en Nagoya, Japón el 17 de octubre de 1898 y es recordado por su método para enseñar música a niños, de forma que todos desarrollen su excepcional talento.

Masakichi Suzuki, padre de Shinichi, tenía un taller de fabricación de instrumentos de cuerda. Fascinado con el violín, construyó su primer ejemplar en 1888, y a inicios del siglo XX ya era dueño de la fábrica más grande de violines del mundo.

Masakichi tenía la ilusión de que Shinichi le ayudara a dirigir la empresa; Shinichi, más inclinado por la música, aprendió solo a tocar el violín, inspirado por las grabaciones del Ave María de Franz Schubert, interpretadas por Mischa Elman.

Un noble adinerado japonés descubrió el talento de Shinichi y se convirtió en su patrocinador; inicialmente lo invito a tomar clases en Tokyo con el maestro Ko Ando, un antiguo alumno de Joseph Joachim. Posteriormente lo llevó a Berlín en 1921 para avanzar en sus estudios.

Suzuki se convirtió en alumno de Karl Klinger, otro alumno de Joachim.

Estando en Berlín tuvo la oportunidad de relacionarse con Albert Einstein. Suzuki regresó a Japón en 1929 y formó un cuarteto de cuerdas con 3 de sus hermanos, con quienes hacían giras por todo el país. En 1930 fue nombrado presidente de la escuela de música Teikoku y fue director de la Orquesta de Cuerdas de Tokyo.

En un ensayo del cuarteto en 1933 cayó en cuenta de algo que puede considerarse obvio: Todos los niños japoneses hablan japonés. Con esta simple observación, Shinichi descubrió una forma de desarrollar la habilidad musical en los niños pequeños. Ellos pueden aprender a tocar un instrumento musical (o cualquier cosa) en la misma forma en que aprenden un idioma.

En 1946 Suzuki fue a Matsumoto, donde ayudó a fundar una escuela de música que finalmente se llamaría Instituto de Investigación para la Educación del Talento. En esta ciudad japonesa continuó desarrollando su método. Para los años 60s del siglo XX, los profesores occidentales empezaron a viajar allá para ver a los estudiantes de Suzuki y aprender de él.

El éxito de Suzuki fue inmediato y de largo alcance. Sus primeros discípulos, Toshiya Eto y Koji Toyoda lograron fama internacional. Muchos de los solistas actuales y miembros de las más prestigiosas orquestas empezaron su educación con Suzuki.

Suzuki continuó como profesor activo a través del mundo hasta bien entrado en sus noventas. Murió mientras dormía en su casa en Japón el 26 de enero cuando cumplía 100 años.

Durante su vida recibió muchos títulos honorarios, además fue nombrado como Tesoro Nacional Viviente por el emperador de Japón y fue nominado al premio Nobel de la Paz.

Frases de Shinichi Suzuki

“Hacer una resolución y actuar acordemente es vivir con esperanza. Puede haber dificultades y vicisitudes, pero no desespero o frustración si sigues el camino con firmeza. No te afanes. Esta es una regla fundamental. Si te afanas y colapsas o desvaneces, nada se logra. No descanses en tus esfuerzos; esta es otra regla fundamental. Sin parar, sin precipitación, dando cuidadosamente un paso a la vez con seguridad llegarás.”

“Enseñar música no es mi principal propósito. Quiero formar buenos ciudadanos. Si los niños oyen buena música desde el día de su nacimiento y aprenden a tocarla, desarrollarán sensibilidad, disciplina y constancia. Tendrán un corazón hermoso.”

“Hermoso tono, hermoso corazón”

“´Engañarse a sí mismo es aún peor que engañar a otros´. Estas duras palabras me perforaron hasta el corazón.”

“Tal vez sea la música la que salve al mundo”

“La lentitud de un niño en cualquier materia indica una deficiencia en su ambiente, educacional u otro”

“Si ella o él realmente son serios al respecto, creo que cualquiera puede cultivar la habilidad en diez años. Incluso en un año, las limitaciones pueden convertirse en puntos positivos, sólo si nos ponemos metas suficientemente altas. Continuando por 10 años podemos volvernos sobresalientes sin duda…Hasta que morimos, no debemos ahorrar tiempo o esfuerzo en convertir nuestras debilidades en méritos. Hacer esto puede ser placentero e interesante. Nos podemos volver como el caballo que empieza de último llega de primero a la meta; es la misma alegría”

“Si un músico quiere convertirse en un buen artista, primero debe convertirse en una buena persona.”

“Vive buscando cosas que hacer por otros”

“El hombre es el hijo de su ambiente”

“No puedo vivir sin niños”

“Si simplemente hago lo mejor, no puedo quejarme ni siquiera si me llevan al infierno”

“Cuál es la dirección final del hombre en la vida? Es buscar el amor, la verdad, la virtud y la belleza”

“Todo lo que piensas hacer, por insignificante que parezca, debe ser hecho de forma inmediata.

“Primero carácter, luego habilidad”

“Juego con niños, de forma que puedo aprender de ellos”

“Tenemos el poder de educar a todos los niños del mundo para que sean un poco mejores personas, un poco más felices”

“Como dije antes, no tenía ilusiones al respecto de mi habilidad para tocar música. Pero no sabía que mi desespero no venía porque no tuviera talento, sino porque no sabía cómo desarrollarlo”


Esperamos que estas frases sabias te hayan inspirado como a mi. Para más frases motivadoras, te invitamos a que leas nuestro artículo con más de 600 citas famosas.

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