Cómo Conseguir tus Metas en la Vida Gozando el Proceso


Metas en la vida de un montañista

«No me pongo metas en la vida porque si las incumplo me frustro» ¿ Has oído esta frase? ¿Sabes cómo alcanzar metas y no frustrarte?

Una meta se puede definir como el resultado o el logro hacia el cual los esfuerzos se enfocan. La palabra META además está compuesta por las iniciales de sus características esenciales: la META debe ser Medible, Emocionante, Temporalmente definida y Alcanzable.

Ejemplos de metas en la vida

Los ejemplos sobre metas en la vida personal que tengo más a mano son obviamente el mío propio. Si has leído nuestro blog desde hace algún tiempo sabes que me gusta contar mis propias experiencias. Esta es una más.

El año 2015 empezó fuerte para mi familia. Durante el año 2014 yo era gerente de la filial en mi país de una empresa alemana de fabricación de bombas industriales.

Me contrataron para abrir la empresa en mi país: conseguir una oficina con las especificaciones para que funcionara la operación de ventas, mantenimiento, ensamble y contabilidad.

Hice todo el trabajo, pero después de unos meses me pusieron a un jefe, con quien nunca logré congeniar. El 8 de enero este caballero viajó 8 horas con una única misión: despedirme.

Después de una vida laboral bastante exitosa este momento fue arrasador. Me tomó varios días recuperarme del impacto. Afortunadamente Carolina, mi esposa, estaba trabajando y su sueldo más nuestro ingreso pasivo alcanzaban para mantenernos mientras conseguía otro empleo.

Ahora el turno es para Carolina…

A finales de enero ella pronunció la famosa frase: “Mi amor, tenemos que hablar…”

Si has tenido pareja alguna vez, sabrás que esa frase es el preámbulo para algo importante.

Me comentó una situación difícil que tenía en el trabajo. Sus dos jefes tenían una idea totalmente diferente de sus objetivos, lo cual la ponía en una situación de enfrentamiento entre ellos y con ella y esta situación truncaba su oportunidad de crecer.

No me había querido decir antes, porque sabía que yo estaba pasando por mis propias angustias.

De la manera en que lo describió pensé que la mejor opción para ella era renunciar, y así se lo dije. Y a los pocos días lo hizo.

En resumen, el día 8 de febrero, exactamente 30 días después de mi despido estábamos los dos tendiendo la cama sin afán a las 8:30 am. Ambos estábamos sin empleo.

Nos dimos unas semanas para procesar lo que ocurrió antes de buscar nuevos trabajos. Al final yo decidí abrir una empresa, lo que hacía años deseaba hacer. Consideraba que era una de mis metas en la vida.

Iban avanzando los meses y ella no conseguía trabajo. Es normal, porque conseguir un buen empleo a veces toma algún tiempo. El problema (a mi juicio de ese entonces) era que ella no enviaba currículums ni hacía mucho esfuerzo por contactar cazatalentos.

Todos los días le preguntaba con mucho cariño: “Cómo vas, gordita linda, necesitas alguna ayuda para enviar hojas de vida o contactar a alguien?”, a lo que ella me respondía de forma dulce pero cortante: “No gracias, mi vida”.

Yo la veía sentada en su silla, muchas veces con los ojos cerrados, y con el computador apagado. No entendía qué hacía y cada semana me impacientaba más.

Mis preguntas por la mañana cada vez eran menos dulces: “¿Y hoy ya enviaste alguna hoja de vida? ¿Contactaste a alguna empresa?” y sus respuestas eran cada día más frías y cortas: “No y no”.

Un buen día ella se desesperó con mis preguntas impertinentes, que en las superficie eran bien intencionadas, pero en el fondo mostraban mi angustia y falta de entendimiento.

«Déjame hacer mi trabajo»

Corría el mes de abril y me respondió alzando la voz, pero sin perder la compostura: “Mira, quiero que entiendas bien: El 1 de julio me van a contratar de una gran empresa internacional para que sea la directora legal. Voy a tener una linda oficina con alfombra y vista a toda la ciudad. Por lo tanto: déjame hacer mi trabajo”.

Quedé totalmente perdido. No sabía quién estaba más loco, si ella o yo. Pero le hice caso, la dejé, no le pregunté más. Igual yo tenía mucho trabajo con mi nueva empresa.

En junio, de la nada un buen día la llamaron a un proceso de selección. Una empresa que no conocía. La prima de una amiga lejana de la universidad le pidió su currículo y la envió.

Tuvo varias entrevistas con gente de la casa matriz.

La última semana de julio le enviaron una carta informando que había ganado el proceso de selección e invitándola a entrar a trabajar desde el 1 de julio como gerente legal.

Te podrás imaginar su oficina: En un edificio con estándar AAA, calificación Leed Gold (ambientalmente responsable), su oficina estaba totalmente alfombrada y tenía vista a toda la ciudad. El incremento salarial fue del 100%.

Absolutamente todos los datos de esta historia son reales. Si no me hubiera pasado a mí mismo, no lo hubiera creído.

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    Mis metas en la vida laboral

    Al final mi empresa empezó a despegar, pero había algunos aspectos que tuve que decidir. Requería muchísimo más capital del que yo había calculado inicialmente, tuve algunos problemas con mi principal proveedor. Decidí detener mi empresa, y volverme a emplear.

    En ese momento me acordé de la increíble historia de Carolina y pensé: “Si ella lo logró, también debería funcionar para mí”. Acto seguido, le pregunté qué fue lo que hizo. Tuvimos muchas largas conversaciones y lo entendí.

    Desde ese día apliqué su método con mucha disciplina. Pensé qué queria: Añoraba con volver a trabajar en una gran multinacional. En un edificio moderno, con cientos de compañeros de trabajo.

    Tenía un deseo (tal vez debería decir meta) especial: Un buen jefe, con el que podamos tener una relación laboral muy fuerte, pero que más que un jefe fuera un amigo. Alguien con quien pudiéramos hablar de frente, con aprecio sincero.

    Pensaba en eso todos los días. Me imaginaba entrando al hall del gran edificio con fachada de vidrio transparente, reluciente. Mientras caminaba iba saludando a montones de personas. Caminaba firme, erguido, pleno.

    Estuve un tiempo en Barcelona y el día de mi regreso, mientras estaba en el avión Carolina recibió una llamada. Era un cazatalentos y me buscaban para una entrevista. Carolina nunca contestaba el teléfono; fue (¿casi?) un milagro que hubiera contestado.

    Empecé un proceso de selección muy rápido. El perfil que buscaban era exactamente el mío. Tuve unas 4 o 5 entrevistas. A los 10 días me enviaron una carta de ofrecimiento:

    El cargo que quería, el sueldo que pedí. Mi oficina: en un edificio triple A.

    Lo más increíble de todo. Mi jefe era un médico; un ser humano maravilloso, de quien recibí tanto apoyo como nunca antes había experimentado.

    Lamentablemente un año después lo despidieron. Mi nuevo jefe: el presidente de la compañía. Uno de los mejores gerente que he conocido hasta ahora, y una de las personas de quien más he aprendido hasta hoy.

    Cómo conseguir tus principales metas en la vida

    Antes de seguir el artículo, quiero hacerte unas preguntas sobre las historias de Carolina y mía:

    • ¿Qué puntos en común ves?
    • ¿Cómo puedes aplicar la técnica en tu vida?
    • ¿Recuerdas experiencias en tu vida en la que te llegó sin saber cómo algo que deseabas muy intensamente?

    Debes saber que hay personas con dos tipos de actitud en la vida:

    1. Aquellas personas que piensan todo el tiempo en aquello que quieren
    2. Aquellas personas que piensan todo el el día en aquello que no quieren o que detestan

    Al grupo 1 se les dice “ganadores”.

    La primera enseñanza que te quiero dejar con las historias es esta:

    Nos convertimos y logramos aquello en lo que pensamos todo el tiempo

    Earl Nightingale

    Esto es cierto para todos. Pasa con lo bueno y con lo malo. Analízalo: si te la pasas pensando en que te puedes accidentar en el coche, lo más probable es que te accidentes.

    La segunda enseñanza es:

    Si quieres recibir algo, defínelo claramente. Siente que ya lo recibiste.

    Ya conoces las peticiones usuales:

    • Ser rico
    • Tener un montón de dinero
    • Econtrar el amor

    Esas afirmaciones son absolutamente vagas, imprecisas, nebulosas.

    Un ejemplo imaginario. Piensa que deseas tener un auto nuevo. Un Mercedes Benz Rojo. 

    Es posible queel día menos pensado recibas un mercedes como parte de una herencia. Un Mercedes Benz 350SCL modelo 1972 con la pintura roja descascarada, el motor fundido y los impuestos de los últimos 10 años sin pagar.

    Este ejemplo sí es real: Hace unos 12 años quería cambiar de auto. Pero no quería pagar todo el valor de un auto nuevo, porque me parece insensato. Había uno en particular que me gustaba: Nissan Tiida modelo 2008 color plata, versión Elegance.

    A un amigo se lo asignó la empresa y me gustaba. No es muy ostentoso, pero tiene buen espacio y bajo costo de manutención. 

    Duré meses en los que lo miraba con deseo (al auto, no a mi amigo). Sabía toda la especificación. Sabía incluso el lugar de fabricación.

    Un buen día me encontraba de viaje. Recibí una llamada de mi buen amigo Oscar, el dueño del auto. Lo acababan de despedir de la empresa y estaba vendiendo de afán todos sus bienes, pues regresaría a México, su país de origen. 

    Me llamó para ofrecerme su auto por el 65% del valor comercial. Antes de que terminara la frase le dije por teléfono: Lo compro! Negocio redondo.

    En conclusión: Cuando quieras algo, defínelo con claridad y precisión. Mantenlo en tu mente noche y día hasta que aparezca.

    ¿Cuál es tu meta en la vida?

    Tal vez en este momento no sepas exactamente a qué te quieres dedicar o exactamente qué quieres pedir como para hacer una definición precisa.

    Traducir lo negativo en positivo

    Sin embargo, te voy a comentar un tip de Alex Fischer Düsseldorf, el famoso coach y magnate inmobiliario alemán.

    Él sabía que era importante definir las metas en la vida de una persona. Su propósito, según la palabra que usa. Entonces hizo lo siguiente. En vez de decidir sus metas en la vida profesional, decidió tomar un cuaderno en blanco y anotar todas aquellas cosas que le molestan o que no le gustan actualmente.

    Algunos ejemplos son:

    • No me gusta hacer todos los días la misma cosa
    • No me gusta asesorar a personas que no valoran mi conocimiento.

    Así como estas anotó cientos de frases cortas el el lado izquierdo de cada hoja. Luego trazó una línea por la mitad, y al lado derecho anotó la versión positiva de cada oración.

    El resultado del ejercicio sería:

    Situación Negativa 🙁Traducción Positiva 🙂
    “No me gusta hacer todos los días la misma cosa”“Quiero una ocupación que traiga cada día nuevos retos y nuevas experiencias»
    “No me gusta asesorar a personas que no valoran mi conocimiento”“Quiero asesorar sólo a personas que valoran mi conocimiento”

    Con 15 páginas llenas, Alex de pronto encontró no sólo qué le disgustaba de su actual trabajo, sino que tenía lineamientos muy claros sobre lo que sí quería.

    Agrupó las afirmaciones en una cantidad manejable de conceptos y se dedicó a buscar la forma de que su actividad laborar los tuviera todos.

    Por qué hay tantas personas que no logran saber cuál es su meta en la vida

    Como dice Bryan Tracy en su libro Metas, hay dos tipos de personas:

    El primer tipo de personas

    Considera que su vida depende de ellas mismas (locus interno).

    Cree que el destino de su vida está en sus propias manos. Considera que para conseguir un buen trabajo debe prepararse para ser el mejor candidato. Para conseguir una muy buena pareja debe mejorar en muchos aspectos para convertirse en un mejor partido.

    Tiene una mayor tendencia a definir metas, porque sabe que su futuro depende de sus decisiones. Y para tomar mejores decisiones debe saber qué quiere. Con precisión.

    Es importante que te observes a tí mismo y reconozcas a qué tipo de persona perteneces. En este artículo no pretendo convencerte de que seas de un grupo o de otro. Sólo busco animarte a usar tu capacidad de auto-observación para que reconozcas la tendencia en tí.

    El segundo tipo de personas

    Este tipo cree que todo lo que le sucede es culpa de entes externos (locus externo).

    Tiende a no tener metas, porque su suerte, destino o situación depende de sus padres, de “la genética”, de la empresa, el jefe, la pareja, el gobierno, o cualquier ente externo, diferente a él o ella. Si no puedes controlar nada, para qué tener metas.

    Metas en la vida para solicitar un empleo

    Con mucha frecuencia oigo a personas cercanas decir:

    “Nada que consigo trabajo, porque el mercado está muy difícil”

    “He desechado varios ofrecimientos, porque las empresas pagan muy poco”

    “No me ofrecen empleo porque no saben reconocer mi potencial”.

    Mientras tanto, oigo cómo a otros amigos y familiares cercanos:

    “Recibí tres ofertas en grandes compañías y tuve que estudiar mucho para decidirme por la mejor”

    “Me pidieron que trabajara para ellos, y que el presupuesto para mi remuneración no era problema”

    “Logré el cargo que tanto soñé. Ahora soy vicepresidente”

    Qué tienen de diferente los dos grupos? 

    Te digo que conozco MUY de cerca a personas de ambos bandos. Y en algunos casos son de las mismas familias. Graduados de las mismas universidades. Viven en la misma ciudad, en la misma realidad económica.

    Reconoces dónde está la diferencia?

    El grupo de los que nunca consiguen nada ponen la responsabilidad en otros: el mercado, las empresas, los reclutadores y otros.

    El grupo que siempre consigue lo que quiere reconoce que la responsabilidad de sus vidas está en ellos mismos.

    Volvamos al caso de las metas para la entrevista

    Muchos lectores tienen interés en saber qué deben responder si en una entrevista de trabajo preguntan por sus metas. Naturalmente quieren estar bien preparados para quedar bien ante el reclutador.

    Te daré la respuesta correcta, la única respuesta correcta después de comentarte por qué preguntan esto.

    Empresas que incluyen la pregunta “cuál es su meta en la vida” en entrevistas de trabajo lo hacen para saber qué tan buen match o alineación harán la empresa y el empleado.

    La empresa que está buscando a alguien que entre entre los 25 y 30 años, para que crezca hasta el cargo de gerente o director en los próximos 5 a 7 años, naturalmente no querrán contratar a una persona que busque hacer su negocio propio en el próximo año.

    Firmas que estén consiguiendo distribuidores para expandir su red y aumentar sus ventas en otros mercados, probablemente sí estarán interesada en personas con metas más cercanas al emprendimiento que en cargos corporativos o burocráticos.

    Si no hay alineación entre las metas de la empresa y el empleado, la relación fracasa, como en las parejas.

    Cuando dos personas se conocen y se van a vivir juntas o se casan y una quiere tener hijos pero la otra no, en algún momento la relación fracasará.

    La respuesta correcta en el caso de la entrevista

    Pienso que ya sabes la respuesta correcta, cuando te pregunten “cuál es tu meta en la vida”. La respuesta es la verdad. Como en las películas: La verdad y nada más que la verdad.

    Te podrás imaginar qué pasa si te inventas algunos ejemplos de metas en la vida para tu currículum o te inspiras para sacar otros ejemplos de metas en la vida para una solicitud de empleo de internet. 

    A la larga la relación no funcionará, ya sea porque tu trabajo no está alineado con tus deseos y sueños, o porque la empresa no está satisfecha con tu desempeño.

    Mi sugerencia:

    Reconoce cuáles son tus sueños. Obsérvalos. Precísalos. Defínelos con mucha claridad. 

    Si tu sueño es ser emprendedor, defínelo con más detalle. 

    Cómo será tu empresa. Dónde estará ubicada. Qué productos o servicios ofrecerás. Cómo será la relación con tus empleados y con tus clientes.

    Una vez que hayas imaginado tu empresa, cada detalle de tu oficina, cada producto, cada cliente y seas capaz de mantener esta idea fija en tu cabeza durante días, semanas, meses, puedes estar absolutamente seguro de que esta idea se expresará externamente, físicamente.

    Así funcionó con la oficina alfombrada de Carolina, con mis jefes – amigos y con mi Nissan Tiida modelo 2008.

    Conclusión: ¿Cuál es tu meta en la vida?

    • Nos convertimos y logramos aquello en lo que pensamos todo el tiempo ya sea algo positivo o algo negativo.
    • Si quieres recibir algo, defínelo de forma clara y precisa. Siente que ya lo recibiste.
    • Dedica tiempo y concentración a reconocer tus deseos más profundos y a observarlos hasta tener una imagen precisa de lo que quieres. Es importante!
    • Inventar o copiar una meta laboral que no corresponde con tus deseos reales sólo para cumplir un requisito o decir lo que otro quiere oír no favorece un buen resultado o la relación entre las partes. 
    • Por último, quiero invitarte a que disfrutes el proceso de definir tus metas profesionales y personales. Es una de las actividades más placenteras que un ser humano puede llevar a cabo. Es como hacer mercado en el universo.

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      Para finalizar, queremos conocer tu opinión sobre las metas y sobre nuestro artículo. Tienes ejemplos de sueños que se hayan vuelto realidad? Qué meta tienes que quieras compartir con los lectores? Deja tus comentarios abajo.

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